Over the weekend I went to see Taylor Swift at Heinz Field in Pittsburgh.
You might be judging me a little bit (or a lot) for that. And you shouldn’t be. Because everyone has an opinion about Taylor Swift, and everyone feels like they need to say something negative about her and the songs she writes, or her and the guys she dates.
But she is the most down-to-earth, genuine person I have ever seen in concert. From the moment she stepped onto the stage until the moment she left, she was so appreciative. So unbelieving that all 57,000 of us were there to see her. And she expressed that sentiment more than once, with both her words and actions.
After singing her first song, she lost herself for a moment staring into the crowd, and her eyes spoke volumes. She then went on to express how grateful she was, how she couldn’t believe that there were 57,000 people who wanted to hang out with her on a Saturday night.
The other thing that made me love her even more was her wardrobe: she had 7 (or 8? or 9?) costume changes, and each one was a beautiful outfit that wasn’t: slutty, self-deprecating, too revealing, etc. etc. All of her outfits were fashionable and modest at the same time, unlike numerous other female stars who feel the need to be almost naked onstage.
Taylor Swift is only 23, and has a net worth of $80 million. She is teaching the young women (and hey, some 20-somethings too) to be strong and independent, and if you have a bad breakup, to learn something from it. All of her songs teach us something because they are all real. There was no 40-something man writing her songs for her. She has written them all, and that’s something to be proud of.
So stop judging Taylor Swift because you think you know her, or know enough about her, to do so. She’s a better influence than the large majority of female acts out there, because she teaches young women one thing that all the others don’t: it’s okay to be real–to be yourself.
Este fin de semana fui a ver Taylor Swift en Heinz Field en Pittsburgh.
Quizás me estás juzgando un poco (o mucho) para eso. Y no debes. Porque cada persona tiene una opinión sobre Taylor Swift, y cada persona siente como necesita decir algo negativo sobre ella y las canciones que escribe, o ella y los tíos con que sale.
Pero ella es la persona más centrada y genuina que he visto siempre en concierto. Del momento que se metió en el escenario hasta el momento que salió, era muy agradecida. Tan incrédula que todos de los 57,000 fueron allí para verla. Y expresó este sentimiento más que una vez, con ambas palabras y acciones suyas.
Despues de cantar su primera canción, se perdió por un momento mirando fijamente en la multitud, y sus ojos hablaron volúmenes. Entonces expresó como agradecida era, como no podía creer que había 57,000 personas que querían a pasar un rato con ella en un sábado.
La otra cosa que me hizo a encantarla aun más fue su vestuario: tuvo 7 (¿o 8?) (¿o 9?) cambios de vestuario, y cada uno era un atuendo hermoso que no era: fulana, auto-denostación, demasiado revelador, etc. etc. Todos de sus atuendos eran de moda y modesto a la misma vez, a diferencia de las otras estrellas mujeres quienes sienten la necesidad para estar casi desnuda en el escenario.
Taylor Swift solo tiene 23 años, y tiene un coste total de $80 millón. Está enseñando a mujeres jóvenes (y oye, algunas 20 y picos, también) para ser fuertes e independientes, si tienes una mala separación, para aprender algo de ella. Todas sus canciones nos enseñan algo porque son auténticas. No había un hombre de 40 años escribiendo sus canciones para ella. Ella he escrito todo, y eso es algo para estar orgullo.
Pues para en juzgar a Taylor Swift porque piensas que la sabes, o sabes suficiente sobre ella, para hacerlo. Es una influencia mejor que la gran mayoría de estrellas mujeres, porque enseña a mujeres jóvenes una cosa que las otras no hacen: está bien para ser auténtica–para ser tú misma.