For me, Spain will always be a bittersweet thing.
In theory, I would love to live here for the rest of my life–that is how much I love it here. I love the people, the way of life, the attitudes toward, well, toward pretty much everything.
But life overseas is hard. You always feel like you are missing out on something, whatever it may be–even if it is just the every day lives of the people you love.
And there are always little things you miss–your favorite restaurant, your living room, driving your car…to name a few of the things I miss every day.
So in two months I am returning to the U.S. For good. At least for now, because you never know where life will take you. I hope Spain will always be somewhere I look forward to returning to again, because it will always be a part of me.
And even though now I am having ganas to go home, I know the moment that I step off of that plane in Erie on June 23, I will immediately start to miss things about Spain. The rolling hills, the coffee, the relaxed way of life…
I will miss Spain for the rest of my life–unless, of course, I come back to live here…because you just never know. 😉
Para mi, España siempre será una cosa agridulce.
En teoría, me encantaría vivir aqui por mi vida entera–eso es tanto como me encanta la vida aqui. La amo la gente, la manera de vida, las actitudes con respecto a, pues, con respecto a todo.
Pero la vida en el extranjero es muy duro. Siempre sientes como te estás perdiendo algo, cualquier cosa puede ser–aun si solo es las vidas cotidianas de las personas que las amas.
Y hay las cosas pequeñas que las echas de menos–tu restaurante favorito, tu salón, conducir tu coche…para dar pocos cosas que las echo de menos cada dia.
Así que, en dos meses regreso a los Estados Unidos. Definitivamente. Por lo menos por ahora, porque nunca sabes donde la vida te llevará. Espero que España siempre sea un lugar que estoy deseando volver otra vez, porque siempre será una parte de mi.
Y aunque ahora tengo ganas para irme a casa, lo se que tan pronto como me bajo del avión en Erie en el 23 de junio, inmediatamente empezaré echarse de manos las cosas de Espana. Las colinas ondulantes, el café, la manera relajada de vida…
Lo echo de menos a España por el resto de mi vida–a menos que, claro, vuelvo para vivir aqui…porque nunca sabes. 😉